Qué hay que saber
- La Ley de Kidlin no solo invita a líderes, gerentes, coaches y profesionales a detenerse en la etapa más crítica de la toma de decisiones, sino que también impulsa la adopción de un pensamiento estratégico y crítico que evita errores comunes derivados de diagnósticos incompletos.
- A lo largo de este artículo exploraremos qué es la Ley de Kidlin, cuál es su origen, por qué es tan relevante en la actualidad, cómo aplicarla paso a paso en la vida profesional y personal, y qué beneficios ofrece para quienes buscan aumentar su capacidad de análisis y lograr decisiones más efectivas en entornos complejos.
- La Ley de Kidlin tiene su origen en el ámbito de la gestión del conocimiento y el pensamiento crítico, aunque su formulación se ha popularizado más recientemente gracias a su aplicabilidad en el liderazgo moderno y en la toma de decisiones estratégicas.
En el mundo del liderazgo, la gestión empresarial y el desarrollo personal, la Ley de Kidlin se ha convertido en un principio fundamental para la resolución efectiva de problemas. Este enfoque, resumido en la frase “si no puedes describir un problema, no puedes resolverlo”, pone en evidencia la importancia de definir con claridad los desafíos antes de intentar solucionarlos. La Ley de Kidlin no solo invita a líderes, gerentes, coaches y profesionales a detenerse en la etapa más crítica de la toma de decisiones, sino que también impulsa la adopción de un pensamiento estratégico y crítico que evita errores comunes derivados de diagnósticos incompletos. Al comprender en profundidad la naturaleza de un problema, se abren nuevas posibilidades para generar soluciones creativas, mejorar la comunicación en los equipos de trabajo y fortalecer el liderazgo consciente. A lo largo de este artículo exploraremos qué es la Ley de Kidlin, cuál es su origen, por qué es tan relevante en la actualidad, cómo aplicarla paso a paso en la vida profesional y personal, y qué beneficios ofrece para quienes buscan aumentar su capacidad de análisis y lograr decisiones más efectivas en entornos complejos.
Origen y formulación de la Ley de Kidlin
Historia y autoría
Origen y formulación de la Ley de Kidlin
La Ley de Kidlin tiene su origen en el ámbito de la gestión del conocimiento y el pensamiento crítico, aunque su formulación se ha popularizado más recientemente gracias a su aplicabilidad en el liderazgo moderno y en la toma de decisiones estratégicas. El principio se atribuye al ingeniero estadounidense Larry Kidlin, quien a mediados del siglo XX planteó de forma sencilla pero contundente que “si no puedes describir un problema con claridad, no podrás resolverlo”. Esta afirmación, conocida como la Ley de Kidlin, ha trascendido disciplinas, desde la administración y la psicología organizacional hasta la educación y el coaching.
La formulación de la Ley de Kidlin es directa: antes de actuar, es necesario comprender a fondo el desafío que se enfrenta. Esto implica definir el problema con precisión, analizar sus causas y efectos, y traducirlo en palabras que cualquier miembro del equipo pueda entender. De esta manera, se convierte en una herramienta poderosa para evitar interpretaciones erróneas, suposiciones infundadas o decisiones improvisadas que suelen generar más obstáculos que soluciones.
A diferencia de otras leyes o principios de la gestión, la Ley de Kidlin no requiere modelos matemáticos complejos ni marcos teóricos extensos: su valor radica en la simplicidad y en la claridad de su planteamiento. Precisamente por ello ha ganado popularidad entre líderes, coaches y consultores, que encuentran en este enfoque una manera práctica y universal de enfrentar problemas en entornos cambiantes y de alta presión.
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La frase original y su interpretación
El enunciado más conocido es: “Si no puedes describir un problema claramente, entonces no lo entiendes lo suficiente como para resolverlo”. La clave aquí es el énfasis en la claridad y en la comprensión profunda como prerrequisitos para la acción efectiva. No basta con saber que existe un problema; hay que ponerlo en palabras específicas, concretas y bien delimitadas.
Relación con otras leyes del pensamiento crítico
La Ley de Kidlin tiene una estrecha relación con otras máximas como la Ley de Murphy, el Principio de Pareto o el método de los 5 porqués. Todas ellas apuntan a mejorar el pensamiento analítico y la toma de decisiones en contextos complejos.
Principios fundamentales de la Ley de Kidlin
“Si no lo puedes describir, no lo puedes entender”
Este enunciado encierra una gran verdad: la descripción es comprensión. Muchas veces creemos entender un problema solo porque lo hemos vivido o sentido. Pero si no somos capaces de articularlo con palabras, es probable que aún estemos atrapados en una visión superficial o emocional del mismo.
El poder de definir con claridad
Definir un problema claramente implica reducir la ambigüedad, acotar las causas, identificar los involucrados y los efectos, y establecer un marco temporal. Esta claridad no solo facilita su análisis, sino que también mejora la comunicación con los equipos de trabajo, asesores o mentores.
Aplicaciones en el análisis de problemas
La Ley de Kidlin se puede aplicar desde una sesión de coaching individual hasta una crisis organizacional. Antes de saltar a conclusiones o propuestas, se debe formular con precisión el “problema raíz” que se desea atacar. Esta etapa es donde se decide, muchas veces sin saberlo, el éxito o fracaso de una solución.
Aplicaciones prácticas en liderazgo y gestión
Cómo usarla para diagnosticar problemas organizacionales
Los líderes enfrentan constantemente conflictos, ineficiencias, errores o bajas en el rendimiento. En lugar de atacar los síntomas, aplicar la Ley de Kidlin permite formular un diagnóstico preciso: ¿Qué está ocurriendo exactamente? ¿Desde cuándo? ¿Cómo se manifiesta? ¿A quiénes afecta?
Uso en la toma de decisiones estratégicas
En la planificación estratégica, entender el problema correcto evita que se tomen decisiones reactivas o mal informadas. Formular el problema adecuadamente ahorra tiempo, recursos y alinea al equipo con soluciones más efectivas y sostenibles.
Mejora de procesos y resolución de conflictos
Cuando hay tensiones interpersonales, errores en procesos o cuellos de botella operativos, la Ley de Kidlin se convierte en una guía para despejar la niebla emocional y centrarse en hechos objetivos, que puedan ser medidos, observados y discutidos con racionalidad.
Comparación con otras leyes del pensamiento analítico
Ley de Pareto
Mientras que la Ley de Pareto (80/20) se enfoca en la proporción entre causas y efectos, la Ley de Kidlin precede al análisis de Pareto, porque exige una descripción detallada antes de categorizar causas.
Principio de Peter
El Principio de Peter sugiere que las personas ascienden hasta su nivel de incompetencia. La Ley de Kidlin, aplicada en este contexto, podría ayudar a describir con claridad qué áreas requieren desarrollo antes de asumir nuevos cargos.
Las 5 porqués (Five Whys)
Ambas herramientas son complementarias. Los 5 porqués profundizan en causas, mientras que la Ley de Kidlin ayuda a formular el primer “qué” del problema: ¿Qué está pasando? Solo después de describirlo bien, tiene sentido preguntar por qué.
La Ley de Kidlin en el desarrollo personal
Autoevaluación y reflexión
La introspección muchas veces se queda en lo emocional. Describir un problema personal, con palabras específicas y sin rodeos, permite tomar decisiones más maduras. Ejemplo: no es lo mismo decir “me siento mal” que decir “me frustra sentir que mi trabajo no tiene impacto”.
Claridad mental y emocional
La Ley de Kidlin permite transformar pensamientos vagos en objetivos claros, lo cual reduce la ansiedad y aumenta la sensación de control y agencia.
Herramienta para el coaching y mentoring
Los coaches pueden usar esta ley para ayudar a sus clientes a reformular sus quejas, confusiones o metas difusas en declaraciones claras, medibles y accionables.
Casos reales y ejemplos prácticos
Ejemplo en gestión empresarial
Una empresa experimenta bajas ventas. Aplicando la Ley de Kidlin, se descubre que el verdadero problema no son los vendedores, sino la falta de segmentación en la estrategia comercial. Describirlo así permite replantear completamente las acciones.
Ejemplo en proyectos tecnológicos
Un software falla constantemente. La primera descripción fue: “el sistema es inestable”. Aplicando la Ley de Kidlin se reformuló: “el módulo de pagos genera errores 500 cuando el usuario realiza una compra con tarjeta extranjera”. Este nuevo enfoque condujo a una solución concreta y eficaz.
Ejemplo en educación o desarrollo personal
Un estudiante dice: “no entiendo matemáticas”. Aplicando la Ley de Kidlin, el maestro lo guía a describir el problema con más precisión: “no comprendo cómo usar ecuaciones cuadráticas para resolver problemas de física”. La solución se vuelve mucho más accesible y personalizada.
Cómo implementar la Ley de Kidlin paso a paso
Paso 1: Identifica el problema
Empieza por definir cuál es el obstáculo, síntoma o situación que requiere atención. Escoge un aspecto puntual, no generalidades.
Paso 2: Descríbelo detalladamente
Usa preguntas guía: ¿qué está ocurriendo?, ¿quién está involucrado?, ¿cuándo ocurre?, ¿dónde?, ¿con qué frecuencia? Sé específico.
Paso 3: Pregunta para profundizar
Utiliza herramientas como los 5 porqués o mapas de causa y efecto para ver si tu descripción aún es superficial o si ya toca el problema raíz.
Paso 4: Contrasta y valida
Comparte tu descripción con colegas o mentores. Escucha retroalimentación y asegúrate de que otros entienden el problema del mismo modo que tú lo planteas.
Errores comunes al aplicar la Ley de Kidlin
Confundir descripción con justificación
Describir no es justificar. Evita caer en explicaciones emocionales o defensivas. Céntrate en hechos y consecuencias objetivas.
No profundizar lo suficiente
Una descripción superficial es peor que ninguna. Tómate el tiempo necesario para ir más allá de lo obvio.
Falta de seguimiento y acción
No basta con describir. La descripción debe ser el punto de partida para generar hipótesis, estrategias y soluciones concretas.
Herramientas y recursos para aplicar la Ley de Kidlin
Técnicas de lluvia de ideas estructurada
Útiles para generar múltiples descripciones del mismo problema desde diferentes perspectivas.
Mapas mentales y conceptuales
Ayudan a organizar la información relacionada con un problema y visualizar conexiones clave.
Plantillas de análisis de problemas
Existen formatos como el Diagrama de Ishikawa, el Canvas de problemas y otros que facilitan estructurar descripciones precisas.
Conclusión
La Ley de Kidlin es una joya olvidada del pensamiento crítico. En su sencillez reside una enorme potencia transformadora. Nos recuerda que no podemos arreglar lo que no entendemos, y no podemos entender lo que no sabemos describir con precisión. Para cualquier líder, gerente o persona que aspire a mejorar su capacidad de resolver problemas, esta ley es un recurso invaluable.
Practicarla no solo mejora la eficacia profesional, sino también la claridad personal, el trabajo en equipo y la calidad de las decisiones. Si hay una ley que todo líder debería aplicar cada día, es esta.
Preguntas frecuentes sobre la Ley de Kidlin
La Ley de Kidlin afirma que “si no puedes describir un problema claramente, entonces no lo entiendes lo suficiente como para resolverlo”. Es una invitación a ir más allá de lo superficial y aclarar la naturaleza del problema.
Se aplica al definir claramente los problemas antes de buscar soluciones: ventas bajas, conflictos de equipo, fallas en procesos, etc. Una buena descripción guía mejores decisiones.
Sí, también en el desarrollo personal, relaciones, estudios y coaching. Ayuda a clarificar pensamientos y emociones para actuar con mayor intención.
Describir es el primer paso hacia la comprensión. Sin una buena descripción, lo que creemos entender puede estar basado en prejuicios o emociones difusas.
Mapas mentales, análisis causa-efecto, lluvia de ideas, entrevistas con stakeholders, cuestionarios y las 5 porqués son ideales para implementar la Ley de Kidlin.

Bernardo Villar es un entrenador internacional de liderazgo transformacional, escritor y divulgador de temas de liderazgo y potencial humano con cuatro libros publicados sobre el tema del liderazgo.
